Ya me lo decía mi abuela "las prisas no son buenas consejeras"; y es que a la hora de vender el piso o la casa hay que hacer antes los deberes.
Como en casi todos los aspectos de la vida, a la hora de poner nuestra propiedad en venta y colgar el anuncio, debemos de pasar por varias etapas administrativas y comerciales: disponer de la cédula de habitabilidad, decidir un precio de venta adecuado al mercado, elegir un buen profesional inmobiliario, etc...
El profundo cambio de las condiciones del mercado, resultantes del exceso de oferta provocado por la crisis que hemos padecido, ha provocado que muchos propietarios hayan optado por optimizar el aspecto de su piso o su casa antes de ponerlo a la venta. Las técnicas empleadas en la preparación de la vivienda para su venta son conocidas bajo el término "Home Staging". Ya sabes: un inmueble luminoso, fresco, de aspecto moderno y decorado con sobriedad, tiene más posibilidades de venderse que un mismo inmueble con aspecto antiguo, sobrecargado, oscuro, deslucido y sin encanto.
Actualmente las estadísticas hablan de que una vivienda permanece en el mercado entre uno y dos años hasta que encuentra comprador. Sin embargo, es posible reducir ese tiempo siguiendo algunos consejos básicos que pasan por preparar la vivienda.
Lee lo que ocurrió en un caso real en Alicante.
Cuando Antonio Riquelme vendió su casa en Alicante en 2010, en plena crisis, hizo todo lo que tenía que hacer para hacerla más atractiva a los posibles clientes.
Retiró las fotos familiares y las reemplazó con litografías genéricas. Compró toallas nuevas con alfombras a juego en cada baño, que solo colocaba cuando tenía alguna visita para ver la casa. Y dobló cada prenda de ropa de cada armario y sacó todo de las encimeras de la cocina. Luego llegaron los suelos. "Pasé el aspirador y fui limpiando de forma que no hubiese huellas en ninguna alfombra y en ningún sitio de la casa", comentaba Riquelme.
Está claro que en el caso de Antonio, éste era el camino adecuado. La rutina agotadora dio resultados: la casa se vendió en un mes y en diciembre, que suele ser un mes lento en cuanto a las ventas de casas.
"Conseguí casi el mismo precio que pedía por ella inicialmente", dijo.
A continuación te ofrecemos algunos consejos que te ayudarán a vender más rápido esa propiedad de la que te quieres deshacer:
Busca el asesoramiento de profesionales del sector.
La inmobiliaria que hayas elegido, te dará información acerca de viviendas similares en tu zona, la evolución de los precios y qué puedes hacer para mostrar bien tu casa. Ellos te dirán si algunas reparaciones o renovaciones pueden mejorar la venta de la propiedad. En ocasiones es duro aceptar las críticas que los profesionales hacen de tu hogar, pero no debes enfadarte te digan lo que te digan. No olvides que ellos quieren lo mismo que tú: vender la vivienda.
Prepárate lo antes posible.
Si quieres vender rápido tu casa, empieza a prepararla desde el mismo momento que has decidido desprenderte de ella. Los expertos aconsejan dedicar un periodo de entre 90 y 180 días para ponerla al día, hacer reparaciones y ordenar todo antes de sacarla al mercado.
Ponla en condiciones.
Muchos vendedores dudan a la hora de hacer mejoras antes de poner su casa en el mercado, como cambiar alfombras o encimeras, porque creen que el comprador querrá elegir su propia decoración, pero los compradores quieren, con frecuencia, mudarse a casas ya listas para vivir. Eso sí, no olvides retirar todos tus objetos personales porque es importante que los interesados en la propiedad sean capaces de verse a sí mismos viviendo allí. Y no te olvides, limpia, pro favor. Puede que hayas conseguido que tu casa sea un sueño minimalista, pero si hay una capa de polvo, los compradores potenciales se darán cuenta. "La casa debe estar inmaculada"
Fija un precio realista
Ponle un precio adecuado. Lo que pagaste por tu casa cuando la compraste es irrelevante. Seguro que el mercado ha cambiado desde entonces, junto con el valor de tu propiedad. Si le pones un precio muy alto, mantendrás el cartel de "Se vende" durante meses. "Muchas veces los propietarios sobrevaloran sus casas".
"Tu casa crees que es la mejor que hay en el mercado, o a tí te lo parece, pero no todo el mundo va a estar de acuerdo".
Mentalízate y desaparece.
Aunque seas un derroche de encanto, tienes que ser consciente de que la mayoría de las personas que irán a visitar la vivienda se sentirán más cómodas con la presencia de un profesional que del propietario. Además, los dueños de las viviendas pueden tomar determinadas actitudes que hagan al comprador desistir de la compra o hacer una oferta a la baja.
No desfallezcas
Incluso si has enseñado la casa 100 veces, sigue haciendo las camas, limpiando los fregaderos y los baños antes de que lleguen los visitantes. Quizás esa visita 101 sea la buena.
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